Nos enorgullece anunciar que nuestra colaboración con la Agencia Espacial Europea ha dado su frutos, y como resultado de esta, hemos producido un video de dos minutos de duración que muestra las últimas imágenes de Rosetta antes de su impacto programado en el cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko. Ha conllevado varias semanas de reuniones y un complejo procesamiento de datos en el Centro Europeo de Astronomía Espacial, pero tras analizar los resultados, consideramos que el esfuerzo ha merecido la pena.

 

Acerca de Rosetta y OSIRIS

Mucho ha llovido ya desde el despegue de Rosetta en marzo de 2004, pero fue hace no más de dos años cuando se confirmó el final de su misión. Rosetta ha sido una de las misiones más ambiciosas de la ESA, y también uno de sus mayores éxitos. Al arrojar luz sobre los primeros días de nuestro Sistema Solar, el origen del agua en la Tierra, la naturaleza de los cometas, y otras muchas preguntas importantes, Rosetta se ha convertido en un hito de la exploración espacial.

La sonda espacial fue lanzada junto con el módulo de aterrizaje Philae por un cohete Ariane 5 el 2 de marzo de 2004. Tras un viaje de 10 años a través del Sistema Solar, el 6 de agosto de 2014 alcanzó el cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko (también conocido como 67P) y comenzó su misión científica. Durante casi dos años, Rosetta protagonizó el estudio de un cometa más detallado hasta la fecha. Día tras día, la sonda enviaba telemetría, fotografías, y toneladas de valiosos datos científicos. Desde los espectros ultravioleta de ALICE hasta las medidas del tamaño del polvo de hasta 1/100 milímetros de precisión de GIADA, los instrumentos de Rosetta proporcionaron todo tipo de información. Estudiando los datos de Rosetta, los investigadores encontraron rastros de oxígeno e hidrógeno en la coma del cometa, y de oxígeno molecular alrededor de todo él. Hallaron una cantidad inesperada de deuterio en el agua del cometa, echando por tierra la teoría, hasta entonces establecida, según la cual el agua de la Tierra provenía de los cometas. También se reportaron pozos activos relacionados con colapsos de sumideros y posiblemente asociados con algún tipo de evento violento. Sin embargo, para muchos investigadores y también para el público general, los datos de OSIRIS sean quizás los más interesantes de todos.

OSIRIS es un sistema fotográfico de doble cámara que funcionaba como los ojos de Rosetta y que envió de vuelta a la Tierra las imágenes más detalladas de un cometa que la humanidad jamas haya visto. Cada imagen de OSIRIS tiene 2048×2048 píxeles, lo que podría no parecer gran cosa hoy día, pero era tecnología de vanguardia en los años 90, cuando Rosetta fue diseñada. Apilando juntas miles de estas imágenes se ha creado el modelo 3D más preciso de un cometa hasta la fecha. Y también utilizando esas imágenes es cómo hemos creado un video de dos minutos de duración mostrando el recorrido de Rosetta hacia su impacto final.

 

 

El montaje del Video

Las sondas que enviamos a explorar el espacio profundo no nos envían precisamente una señal de TV en directo, con lo que uno no puede limitarse a grabar los datos recibidos por las antenas de los complejos de comunicación con el espacio profundo y subirlos a Youtube. Solo una vez en la historia se han recibido señales de TV de otro cuerpo del Sistema Solar. Esto ocurrió durante las misiones Apolo, solo se hizo con fines históricos y solo fue posible gracias a que la Luna está relativamente cerca de nosotros. En realidad, las sondas espaciales tienen sensores que toman fotografías individuales cuando así se les indica y de lo contrario permanecen inactivos. Los datos resultantes de estas instrucciones se codifican y se envían a la Tierra por medio de señales de radio. Pero incluso después de descodificar la señal y recuperar los archivos, todo lo que se obtiene es una colección de .fits (imágenes raw). Estos datos deben ser calibrados y procesados ​​para obtener imágenes al uso.

Una vez que se han obtenido imágenes utilizables, uno podría pensar que con solo pasar una detrás de otra a suficiente velocidad se obtiene un video aceptable, pero una vez más, la práctica es más compleja que eso. En primer lugar, las imágenes de OSIRIS tienen un tamaño de tan solo 2048X2048 píxeles, y estas se vuelven considerablemente más pequeñas si uno tiene que hacer zoom. Cada imagen tiene que ser procesada individualmente para agrandarla sin perder suavidad ni nitidez, y después, si es posible, se combina con otras para obtener una imagen final más amplia y detallada. Una vez resuelto el problema de tamaño, aparecen diversos problemas derivados del intervalo transcurrido entre cada fotograma. Al estar procesando imágenes individuales y no un video continuo, las condiciones de luz, la posición de la sonda y la orientación de la cámara pueden cambiar entre tomas. Rosetta llegó a estrellarse contra el cometa, por lo que a partir de cierto punto las imágenes subsecuentes son tan diferentes que el video inevitablemente muestra discontinuidades. Sin embargo, para el resto del tiempo, es posible encontrar algoritmos que alineen las imágenes para que las transiciones sean consistentes. Tras todo esto, es importante recordar que solo teníamos unas pocas imágenes con las que trabajar, y si se reproducen a velocidad estándar, el video resultante no habría durado más que un par de segundos. Es necesario diseñar algoritmos para interpolar entre imágenes y obtener un video más largo con una velocidad aceptable.

Todos estos procesos y otros mucho pasos previos al montaje final fueron llevados a cabo por un equipo de Space Robotics en ESAC (el Centro Europeo de Astronomía Espacial). Si quieres, puedes echar un vistazo nuestros resultados en el video anterior o en el portal oficial de la ESA.

 

Video e Imágenes © ESA